Para nadie es un secreto que existen innumerables métodos que contribuyen a mejorar el aspecto general del rostro, logrando que luzca más joven y con vitalidad, lo que cambia notablemente el aspecto total de la persona. Entre esos métodos, la microdermoabrasión es una de las opciones más buscadas por los pacientes, especialmente aquellos que han desarrollado diversas iniciativas y no logran conseguir verdaderos resultados, tal como los ofrece este procedimiento, cuyos elementos generales conoceremos a continuación.
¿Qué es la microdermoabrasión y cómo actúa?
Se trata de un proceso o técnica de exfoliación de la piel del rostro, es decir un proceso para barrer o lijar la piel mediante la utilización de diamantes o cristales de aluminio, que ayudan a retirar las células muertas, eliminar las impurezas, reducir las arrugas e incluso minimizar, disminuir o desparecer por completo las cicatrices y manchas.
El proceso también es conocido como peeling químico que se puede completar en diversas sesiones, promoviendo cada vez la regeneración celular. El procedimiento es netamente estético, no quirúrgico, y no representa grandes riesgos para el paciente, sino más bien trae consigo una serie de beneficios para mejorar el aspecto del rostro.
Hay que agregar, que esta técnica tiene una mayor ejecución en el rostro, pero no es la única zona del cuerpo donde se puede realizar, ya que también se puede aplicar en la zona del cuello, los brazos, y el escote, así que su alcance para tener un mejor aspecto de la piel en general es más elevado.
Beneficios y resultados
Los pacientes que han recurrido a un tratamiento de microdermoabrasión, han enumerado una serie de beneficios, como por ejemplo la reducción de las líneas de expresión y arrugas en el rostro, disminución de los efectos causados por el sol en la piel, un mejoramiento de la circulación en el rostro, se eliminan manchas y elementos de hiperpigmentación, así como la dilatación de los poros, e incluso un mejoramiento de las estrías reduciendo su presencia en la piel.
El tratamiento no requiere de un período de recuperación y los resultados pueden visualizarse de inmediato al finalizar la sesión y en los días subsiguientes, de modo que la persona podrá incorporarse a su rutina diaria.
Tratamiento
El proceso consiste en la colocación de un compresor compuesto por dos cánulas, que hace que los microcristales de aluminio entren en contacto con la piel y procedan a aspirar las impurezas de la piel, logrando que tenga un mejor aspecto.
Se estima que el proceso dure entre 45 minutos a una hora, dependiendo de las condiciones de cada persona. La técnica no produce dolor y no implica incapacidad o inactividad por parte del paciente para su recuperación, pero sí requiere de la no exposición al sol, como la mayoría de los tratamientos de este tipo.
En algunos casos puede observarse una leve inflación en el rostro, que disminuirá luego de algunas horas, y el número de sesiones es relativo y se estipula con el especialista.
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